Establecimiento permanente en Francia: ¿cuándo es obligatorio?

Establecimiento permanente en Francia: ¿cuándo es obligatorio?

Cada vez más empresas españolas operan en Francia sin tener una estructura física establecida. Pero ¿en qué casos es obligatorio abrir un establecimiento permanente (o establecimiento estable, según la terminología fiscal?

En este artículo, desde TPC AVOCATS, despacho franco-español especializado en derecho mercantil y fiscal internacional, te explicamos los criterios clave que utiliza la administración francesa.

¿Qué se entiende por establecimiento permanente en Francia?

Según el Código General de Impuestos francés (article 209-I CGI) y la Convención fiscal entre Francia y España, se considera que existe un establecimiento permanente cuando:

• Hay una instalación fija de negocios a través de la cual la empresa realiza su actividad (por ejemplo, oficina, almacén, local).

• O bien, una persona (empleada o representante) tiene el poder de comprometer habitualmente a la empresa en Francia, salvo que actúe de forma independiente.

¿Tener un trabajador en teletrabajo en Francia obliga a abrir un establecimiento?

No necesariamente.

El simple hecho de tener un trabajador español o francés viviendo en Francia y trabajando desde su domicilio no implica automáticamente que deba crearse una sucursal, filial o estructura local.

Según criterios administrativos franceses (BOI-INT-DG-20-20-10), no existe establecimiento permanente si se cumplen estas condiciones:

• El trabajador teletrabaja por conveniencia personal desde su casa.

• No hay locales ni medios materiales aportados por la empresa en Francia.

• La actividad en Francia es accesoria, y no se concluyen contratos habitualmente desde allí.

• El trabajador no está dedicado exclusivamente al mercado francés.

¿Cuándo sí es obligatorio abrir una sucursal o filial en Francia?

La obligación aparece si:

• Se desarrolla una actividad comercial regular y significativa en Francia.

• La empresa dispone de medios materiales o humanos relevantes (oficinas, showroom, varios empleados…).

• El trabajador actúa habitualmente para el mercado francés, firma contratos o realiza funciones comerciales localizadas.

Recomendación práctica:

Aunque no haya una obligación inmediata, es recomendable crear una estructura local cuando:

• El volumen de negocio en Francia crece de forma constante.

• Se incorporan más de 2 trabajadores en territorio francés.

• Se utilizan recursos físicos en el país (almacenes, oficinas, etc.).

Consecuencias fiscales y sociales de no hacerlo

No tener un establecimiento declarado cuando debiera existir puede acarrear:

• Recalificación fiscal del establecimiento en Francia.

• Obligación de declarar beneficios en Francia.

• Multas y sanciones por incumplimiento del derecho del trabajo francés.

Conclusión

No toda actividad en Francia implica tener que abrir un establecimiento permanente, pero es esencial analizar caso por caso. En TPC AVOCATS, ayudamos a empresas españolas a determinar si deben o no registrarse fiscal o legalmente en Francia, y cómo hacerlo con seguridad jurídica y eficiencia fiscal.

Si estás planteándote contratar personal en Francia o expandir tu negocio, contacta con nuestros abogados franco-españoles especializados en implantación internacional y fiscalidad transfronteriza.



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